jueves, 12 de febrero de 2015


 

SOBRE LOS GÉNEROS

 
“Las consideraciones sobre los géneros, disecan las obras, las encierran en compartimentos, fabricando así, modelos rígidos y conminatorios... La noción de género no sirve para nada. En primer lugar porque  todas las grandes obras tienden a destruir (trasgredir) la caparazón del modelo de género, y es precisamente la disidencia respecto a lo preexistente, un síntoma de valor.”
 
“Y porque, cuando  se pretende que una gran obra funda un género y actúa así como un gendarme  de las obras futuras, obligándolas a adecuarse al modelo, se tergiversa completamente su carácter y su propia razón de ser  que es justamente la de abrir perspectivas nuevas y no la de restringir el campo  de significaciones posibles, al obligar a las obras que vendrán, a transitar determinados caminos, so pena de excomunión”  (Tomado de: Raúl Beceyro. Sobre la fotografía. Edit. Equinocio (USB). Caracas. 1979. Pgs. 75-76) 
 
Sobre los géneros literarios, en la Gran Enciclopedia Espasa, encontramos: “Género Literario se refiere a csada una de las categorías o clses en que se pueden ordenar las obras literarias. Tradicionalmente  se distinguen tres géneros mayores denominados: Lírica, Épica y Drama, pero  a pesar de la continua evolución de la teoría de los géneros, y de los vaivenes, que han llegado incluso a negar su existencia, persiste el concepto de género literario a través de la historia (...) La hibridación quizá entorpezca el estudio crítico de una obra y su adscripción a un género concreto, pero sin duda es fuente de riqueza y ha hecho crecer la historia de la literatura...”   
        
En realidad no podemos confundir un ensayo con una novela, un cuento o un poemario. Hasta ahora el único género que puede contener a los demás géneros es la novela porque en una novela se pueden incluir ensayo (reflexiones, opiniones), relatos interconectados, poesía y hasta drama, permitiendo siempre al escritor total libertad para construir su obra, guardando siempre la ineludible coherencia básica. 
 
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Otras  recomendaciones:
 
-Seducción, Placer y Goce:
Busca tu propio placer al escribir, de lo contrario la escritura resultará forzada, ripiosa y sobre todo, aburrida. Si el escritor se encuentra seducido por la escritura, transmitirá su propio placer  al lector.  En lo que respecta al “goce”, el cual, según Roland Barthes, “irrita y perturba al lector”,  tenemos que al reflexionar sobre lo leído, en un proceso natural de “rebote”, de “regurguitación”,  ese mismo lector reconocerá el valor de lo que en un primer momento tanto le había  incomodado.
 
-Inmanencia y Pertinencia:
La inmanencia y la pertinencia, como dos leyes inviolables del tan injustamente calumniado estructuralismo, resultan imprescindibles para todo tipo de escritura, aunque en algunos casos como en la novela de situaciones, de fusión de géneros o en la novela fragmentaria (construída mediante fragmentos encadenados e interconectados), modalidades practicadas en los tiempos más recientes, estas leyes podrían ser trasgredidas sin afectar la coherencia básica de la escritura. 
 
-¿Cómo escribir?: 
Por capas de escritura, como si se tratara de pintar un mueble: una primera versión, espontánea; una segunda versión, revisada y corregida; una tercera versión con los ajustes imprescindibles y después, tantas lecturas, revisiones y correcciones como sean necesarias hasta que consideres que la obra está concluida porque ya no lo puedes hacer mejor. De lo contrario, la escritura también  podría convertirse en un proceso interminable de revisiones y correcciones, porque siempre habrá algo por cambiar o corregir y nunca lograremos la obra perfecta...
        
Finalmente, narrar es como desenredar las hebras de un  ovillo y mediante la memoria y la imaginación, sin patrón previo, tejer un tapiz. Como se vayan enredando los hilos, se va desenvolviendo la narración y así mismo las historias, al igual que la estructura, se van construyendo solas. 
Las ideas, como los recuerdos, una vez  ficcionalizados y convertidos en narración, son como las piedras en bruto de una cantera que una vez talladas y pulidas se convierten en los diversos módulos narrativos que van  integrando  los cuentos y novelas...
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NOTA: Tomado de: Antonieta Madrid. “Del Cuaderno de Notas. Apuntes para un Taller”.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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